Y donde esconderme
en días como hoy
en que me duele la vida
aunque intente sonreír
Evitar que me veas llorar
es absurdo
pues te encuentras en mí
desde que no estás…
Si sé que permaneces
en el profundo dolor
que me ve morir…
Porqué llorar huyendo
si ahora llevo tu atributo
en el ser que me diste
Si me conoces tanto
que sabes que escalo
las cumbres necesarias
Pero a veces
también me debilito
y es la dura lucha
interna, que puede conmigo
hasta que vuelvo a recordar
que reíste conmigo
en los días felices
sabiendo que tenemos en la vida
otros… grises
Mandabas tus miradas a querer
con la condición original
que adornó tu leyenda
Destinadas tus manos al trabajo
en la armonía de la obra
que un Dios te confió
Amaste hasta el dolor
a la mujer que te regaló
la semilla indispensable
El adiós prematuro del hijo
afligió para siempre
la llama de luz
que nació contigo
Y quiero decirte
que no se fueron tus ojos
ni tu mirada calma
ni se fue tu voz serena
que aquietaba el sonido
estridente de los ángeles caídos
ni se fue jamás la obra
que en la tierra imprimiste
Padre, hoy quiero escribirte
que mis lágrimas
sospechan tu presencia
y se que en la paz de tu semblante
se refleja la intención
de mi sonoro llanto
por eso estás tranquilo
porque sabes que tu instrucción
transformó lo suficiente en mi
por ello conoces que mi derrota
es solo pasajera
porque de ti
y nadie más
aprendí,
que después del dolor
siempre queda la vida.
6 comentarios:
Ana, ahora estoy llorando de verdad. La emoción me embarga al recordar a tío Manolo, al primo Manuel, que dio su vida (dicen que por ayudar a otros) en aquel avión en llamas...
Ay, Ana, qué regalo me has hecho, aunque me duela tu dolor. Ellos están con nosotros, no lo dudes...Te están ayudando. Yo también siento a mi padre en los momentos más decisivos.
Voy a imprimir esta preciosidad para llevársela a mi madre. Siempre habla de su hermano como la bondad en su máxima expresión.
Te quiero mucho
Me alegro prima, que te haya gustado. Sabes que muchas veces o sobran las palabras, o no las hay. En este momento necesitaba explicar los sentimientos que mi padre me provoca. Porque le siento tan cerca...
No dudo que nos ayudan Conchi, y como he escrito, dejaron lo mejor de ellos en nosotros; por tanta calidad, es inevitable recordarlos.
Yo también, un montón.
Dale un beso fuerte a la tía.
Compañera:
Que dichoso debe estar ese padre escuchando como llegan tus palabras con el viento, acompañadas del espirítu que seguramente el se esforzó por forjar fuerte.
Las pérdidas, nos hacen recordar a cada momento lo vivas que estamos, pues generan dolor en nosotros los que nos quedamos anhelantes de esa presencia que ha dejado de "ser", de estar a nuestro lado, con nosotros...
Y el dolor es como el frío, nos mueve, hace que estemos alertas, que estemos despiertas, como esperando...
Me has llenado de un sentimiento que me inunda el pecho...
Ana, Gracias por estar tan viva!!!
Eres increible, en serio ani me parece fastinante tu forma de escribir, tu forma de ser tu forma de compartir con la jente atraves de aqui llegas muy adentro y me pareces unica eres unica y una mujer de los pies a la cabeza por favor creete mas confia en ti mas y sigue compartiendonos y llegandonos tanadentro con cada una de tus palabras por favor no lo dejes nunca valeeeeee ahhh y recuerda que somos muchisimos los que te queremos y que aprendemos de tus palabras guapa un besote enorme ahh la poesia de tu padre me he quedado muda este segurisima que esta orgullosisimo de ti.347
Querida Teresa,
tu padre no te dejó. Vive dentro de ti, y dentro de ti sembró sus semillas de amor y bien, que ahora rompen tu tierra en busca del espacio.
Ese quizá sea el motivo de tu dolor. Pero es solo el sublime dolor del parto.
Ahora debes hacer que crezcan, cuidarlas, protegerlas de los malos vientos, regarlas, abonarlas...
Estoy seguro que muy pronto serán árboles que darán flores, frutos y... nuevas semillas que fecundarán la tierra de mucha gente. Sus sombras brindarán sombrío descanso, sus copas albergarán nidos de pájaros con sus cantos infinitos, sus frutos alimentarán a los seres que se acerquen.
Así habrás continuado noblemente la tarea de tu padre, y así permanecerá contigo para siempre.
Siéntete orgullosa y nunca te olvides de sembrar. El tuyo es un destino de nobleza envidiable.
Perdón Ana, y perdón Teresa.
Me he dirigido a Ana, claro.
Error de lipotimia, como decían Les Luthiers...
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