miércoles, 15 de septiembre de 2010

CORAZÓN DE INVIERNO

De las muchas soledades
que almaceno en mi memoria
guardo instantáneas, castigos,
sobornos, y otros desprecios
Y escondo mi guante blanco
en mi mesilla de noche
para probar alguna día
el reto a muerte a la vida
En mi refugio cristal
pasaron horas de hielo
dura escarcha que empañaba
mi ventana de mirar
Tejí silencios ahogados
sobreviviendo, nocturna
la destrucción se atrevía
a amenazar mi alegría
Soledades retornando
a mi memoria bastarda
que tras el secuestro impuro
de mi vida siempre fría
no se avergúenzan en ser
parte de memoria viva
Como quien caza un trofeo
la eternidad me hizo suya
dime que no estás ahí
soledad, filo de hielo
no vuelvas a destruir
mi cansado y débil ya
mi triste... corazón de invierno.

4 comentarios:

Rita dijo...

Ana:
Que poema más triste y más bello. Me recuerda un pasado triste que se quiere olvidar pero que cuándo menos lo esperas, aparece su sombra, y duele.
Sigue escribiendo, que tus palabras son un bálsamo para las heridas.

Anuskirrum dijo...

Así es Rita, poder olvidar algunos momentos, resarce del dolor que provocaron, pero hay sombras que siguen nuestros pasos hasta que seamos capaces de mirarlas de frente y que entiendan que ya no les tenemos miedo.
Besos, amiga

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

La sombras desaparecen cuando nuevas luces entran en nuestra vida, cuando una bombilla se funde la cambiamos por otra que luzca y si no luce tampoco, aguardamos que salga el sol...por Antequera!

El caso es que el olvido encuentre su camino y se lleve las sombras, aunque sea iluminándolo con la linterna de nuestro deseo.

Al miedo hay que asustarle con la mirada fija.

Besos mil, Anuskirrum!!

Eva dijo...

En ese reto a muerte con la vida, tendremos tanntas armas que mostrar, aún así, perderemos.