lunes, 25 de julio de 2016

Del cariño, del contacto,
del amor... la sabia eterna
de la vida, de la muerte,
del dolor que todo impregna
de la madurez arpía
y la inocente manía
de querer ser uno mismo
en un mundo a la deriva
del orgullo que destruye
y del prejuicio altanero
de las voces que deliran
del corazón y del miedo
de las prontas inquietudes
y las lujurias tardias
del precio de los errores
y de algunas cobardías
del beso largo que Judas
dedico a la traición
del poderoso dinero
que entroniza al opresor
del poder, las mercancías,
de los sueños a medida
de las ganas, del querer
de las derrotas tan frías
del perdón, de los ejemplos
de la manera de ser
de los que no son queridos
y de no querer volver
del pecado, la abundancia
de la luna y la esperanza
del humilde caminante
y el paseo del herrante
de las esperanzas nuevas
y del tiempo que nos lleva
de todo eso mi cielo
quisiera contarte un día
quien sabe si para ello
tengamos toda la vida

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