lunes, 28 de junio de 2010

MALALAI JOYA - MUJER AFGANA

Pide democracia .... y libros en vez de armas. Malalai Joya ha pasado media vida en campos de refugiados, entre Irán y Pakistán. A sus 32 años esta mujer ha salido ilesa de 5 atentados, después de ser expulsada del parlamento de su país, cuando los mismos diputados que compartían asiento con ella, se dieron cuenta de sus pretensiones, y que éstas no consistián en ocupar un lugar simbólico que apoyase la mentira propagandística, como hacen el resto de representantes políticas femeninas. La lucha de Malalai está a favor de su pueblo, en contra de una ocupación extranjera, que convierte el diálogo con los talibanes en el desagravio mezquino que la población sufre a diario. Las inversiones realizadas para la mejora de sus condiciones de vida, han caido en manos manchadas de sangre y cubiertas de corrupción, los bombardeos de la OTAN se traducen muy a menudo en la muerte de civiles, y la manipulación del sistema actualmente dominado por los fundamentalistas, fomenta y desarrolla el negocio de las armas y la droga.

La intervención de la OTAN en el país se remonta al 2001 y la situación no solo no ha conseguido estabilizarse sino que se afirma que el pasado mes de junio ha sido el más sangriento y caótico para las fuerzas extranjeras. Mientras el poder de los talibanes desde las provincias del sur se fortalece, Obama declara que en el plazo de un año comenzará la retirada de sus tropas. Por su parte, el presidente afgano Hamid Karzai se muestra incapaz de llevara a cabo un plan de reconciliación que acabase con la pesadilla que sufre su pueblo, si no colabora en su mantenimiento. El paso de Malalai Joya en el escenario político afgano fue fugaz, ya tras sus fuertes críticas al parlamento, los gobernantes corruptos vieron peligrar su "estado de bienestar particular" manejado por hombres que no toleran la integración real de la mujer en ningún campo influyente de actividad social. Todo ello tras la firma en el el año 2004 de una constitución que, en teoría, garantizaba la igualdad entre hombres y mujeres ante la ley, y que solo sirve de escaparate para atraer la ayuda internacional (comúnmente malversada), ya que el país se rige en la práctica por la sharia.

Preguntada sobre el apoyo exterior a las fuerzas estadounidenses, esta joven afgana manifiesta su incomprensión por un silencio político internacional mantenido durante años, que vuelve la mirada ante los bombardeos que "accidentalmente" sufre una población, que inocente, vive o sobrevive bajo el temor y la violencia esparcida por los talibanes.
Malalai Joya, afgana de nacimiento y de corazón, con el ansia de la libertad corriendo por su sangre joven. Con las ganas arrancando a su razón cualquier indicio de miedo, mientras sus enemigos intentan apagar su voz. Los asesinos y dictadores necesitan acallar su denuncia, porque pide la paz, en un país donde la guerra es un negocio que conviene incluso al gobierno.

Su voz ha podido oirse ya en mucho auditorios internacionales, donde denuncia al mundo la vulneración sistemática de los derechos humanos en Afganistan y la opresión que sufren las mujeres. Explica que la ocupación militar no construye ni defiende, sino todo lo contrario, contribuyendo a difundir las mentiras oficiales sobre la seguridad en el país, ya que EEUU solo tiene un interés estratégico en la región.

Dice Malalai: "Para ayudar realmente a las mujeres afganas, la ciudadanía de EEUU y otros lugares, tiene que exigir a sus gobiernos que dejen de apoyar y encubrir a un régimen de caudillos y extremistas. Si estas alimañas fueran entregadas a la justicia, las mujeres y los hombres de Afganistán demostrariamos que somos muy capaces de prestarnos ayudas sin injerencias".

Esta mujer afgana ha escrito un libro, con sus experiencias vividas en su corta edad, para informar al mundo de que hay muchos que pretenden su silencio, pero que la libertad y la paz de un pueblo no es algo negociable en su conciencia. Malalai no teme a la muerte, pero si al silencio... como lo demuestra a través de cada una de sus conferencias donde divulga con tristeza y valentía la situación caótica y bárbara que su país atraviesa.

En su página oficial, http://www.malalaijoya.com/index1024.htm se pueden leer algunas de ellas para tratar de empatizar un poco con su búsqueda de la verdad, que aunque ciertamente peligrosa, no le hace flojear sino llenarse de más coraje..... increíble persona que nos ha de hacer reflexionar sin duda.

2 comentarios:

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Por supuesto que ha de hacernos reflexionar, y me alegra que hayas traído su historia aqui para conocerla, no la conocía.

Cuando aqui damos importancia y protestamos por pequeñas cosas, hay mujeres que, peligrosamente para sus vidas, luchan por lo que a otras nos es dado cuando nacemos y, además, cuestionamos y ponemos en duda, porque no se adapta a nuestro capricho personal.

Historias así, son las que hacen que vea ridículas algunas reivindicaciones absurdas. Aunque realmente fueran necesarias, siempre hay algo más urgente a nuestro alrededor, algo que tiene que comenzar ya.

Un beso

Anuskirrum dijo...

Así es Shikilla, es increíble que a estas alturas, una persona, sea hombre o mujer, tenga que estar reivindicando principios fundamentales, además, sintiendose tan aislada de una "comunidad internacional" que prefiere ignorar la realidad del pueblo afgano.

Un beso guapa¡